¿Saben?
Exactamente hace 6 días tuvimos nuestro retiro de catequistas dentro de la parroquia, previo a lo que será en dos días nuestra misa de compromiso que realizamos cada año, donde nos comprometemos a ser buenas catequistas a ser obedientes y todas esas cosas que uno generalmente promete, no sé si en otras parroquias lo hagan, nunca me había detenido a reflexionar en este pequeño detalle, pero nosotros lo hacemos religiosamente, ¡valla la expresión! cada año, pero a lo que voy con toda esta disertación, es que ese día después de todo lo que escuche por boca de la religiosa que estuvo a cargo de nuestro retiro, reflexione y me hice esta pregunta: ¿Porqué soy catequista? Créanmelo o no, esa pregunta ha rondado en mi cabeza toda esta semana y como siempre me he dado mil y un respuestas, la gente que me conoce sabe que soy de las que se pregunta y responde sola.
Pero, ¿Por qué soy catequista? Cual fue la razón que hace nueve años decidiera asumir esta responsabilidad tan grande, digo grande porque así lo es, aclaro, es mi punto de vista muy personal, así que empezare a decir que como catequista soy la encargada de que el niño, joven y adulto que ahora catequizo encuentren a Dios, conozcan su fe, la vivan y les ayude en su vida diaria, por eso en cierta forma soy la responsable de su salvación, yo me imagino que cuando muera y Dios me llame a cuentas me preguntara por todos a los que catequice, siempre lo digo no es jugar a la escuelita, es enseñar a comprender, conocer y amar a Dios, si bien decimos los padres son los primeros catequistas del niño porque les enseñan lo más elemental como persignarse, el padre nuestro, el ave María, etc., yo soy la responsable de la otra parte.
Recuerdo hace nueve años cuando empecé a dar catecismo a un grupo reducido de niños ellos tenían en ese entonces ocho años, yo no sabía gran cosa acerca de lo que era el catecismo, al principio pensé que era fácil llegar enseñar y ya, pero no, aprendí con ellos, no podía dejarlos con la duda de nada, me sentía mal si no contestaba a sus preguntas, voy a ser sincera no tenía mucho material de apoyo, no es como ahora que la coordinadora les proporciona a mis compañeras catequistas mas material de apoyo, en ese tiempo observaba a mis compañeras que ya tenían más tiempo, me causaban extrañeza y envidia por que ellas tenían su gran libro del Catecismo de la Iglesia Católica, sus laminas, sus libros ilustrados, es increíble pero todo eso me motivo a que empezara a investigar por internet, leía la Biblia, iba a las librerías y compraba mis libros, no quería quedarme con la duda de nada no podía permitírmelo, compre mis laminas, recuerdo que un día gaste de más en libros y mi papá me dijo “ahora come libros”, pero es una satisfacción enorme que aún conservo, hoy en día investigo mas en internet, la tecnología nos invade,copio y mejoro ideas de amistades que también están dentro de esta locura por Dios como se refería San Francisco de Asís al amor que sentía por Dios, nunca ha faltado quien comparta conmigo material para trabajar, una amiga tiene a su hija en un colegio católico y me busca material con las religiosas, todo es consecuencia de mi curiosidad y la responsabilidad que siento para con los niños, no puedo decir que soy la mejor, porque no lo soy, soy un ser humano y a lo largo de este tiempo también me he equivocado, por eso hoy trato de cumplir con mis expectativas y la de los niños, empecé a dar catecismo a los jóvenes y adultos, porque creo que Dios vio potencial en mi, si no pues cuando me hubiera puesto en este camino, así que me renuevo constantemente.
Vuelvo al principio de mi pregunta y hoy me respondo: soy catequista porque me gusta dar catecismo, es una de mis misiones en la vida, si bien la religiosa nos decía que la catequista no nace, si no se hace, es probable, pero siento que yo si nací catequista, es parte de mi vida. Adoro ver las miradas iluminadas de los niños cuando platican conmigo cuando me preguntan cuando juegan y aprenden, por un año soy parte de su vida y ellos de la mía, pero ahora también me encanta platicar con el joven conocer sus gustos, responder a sus preguntas acerca de Dios y la ciencia, responder a sus innumerables interrogantes, con el adulto debato, le doy mi punto de vista, pero también escucho el suyo, es un constante aprender.
Soy catequista por que así lo decidió Dios y yo lo acepto, durante un tiempo deje de dar catecismo porque tuve eso que llaman algunas personas “ausencia de Dios” jure no volver a dar catecismo porque era demasiado para mí, pero Dios nunca nos deja perder el camino y nos regresa a casa, he vuelto, corregida y aumentada y con más ganas de trabajar y de servir, porque a eso venimos al mundo, a servir.
Se bien que puedo decirle no a Dios, dejarlo todo, pero no puedo, es una fuerza indescriptible que me invade, una gran emoción, que yo describo como un Gran Amor.
Este domingo que será mi misa de compromiso lo espero muy emocionada como si fuera la primera vez que le digo Si a Dios.
¡BENDITO SEA DIOS!
EL MISMO DE AYER, HOY Y MAÑANA.
Ale Méndez...
¡Todo el amor del mundo!
Asi es... es un sentimiento indescriptible .... igual yo hace 8 años q soy catequista
ResponderEliminar